Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios. 3 Juan 11

Dios Te Ama... Búscalo.

El Último Vino es mejor que el Primero.

Recuerdo cuando estaba en el altar esperando a mi amada. Estaba nervioso, no sabía como responder en ese momento. Hace casi 40 años. Muchas preguntas estaban en mi mente. Aún recordaba lo que amigos y familiares me habían dicho acerca del matrimonio. Expresiones como: “No sabes lo que te espera”, “Matrimonio es Martirmonio” o “El primer amor siempre se acaba”.

De pronto mis pensamientos recibieron la gran interrupción del momento, ella venía por el pasillo de la Iglesia, parecía radiante, bella y con una sonrisa en sus labios. Solo oí que el romance se acababa y que el Primer amor se desteñía, pero no me dijeron que no siempre es así, sino que el mejor Vino está al final y no al principio.
El Primer milagro que el Señor Jesús hizo, lo realizó en unas bodas. Las Bodas de Cana. Veamos lo que dice la Biblia al Respecto:

“Había allí seis tinajas de piedra, de las que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada una cabían unos cien litros. Jesús dijo a los sirvientes:
—Llenen de agua las tinajas.Y los sirvientes las llenaron hasta el borde.—Ahora saquen un poco y llévenlo al encargado del banquete —les dijo Jesús.
Así lo hicieron. El encargado del banquete probó el agua convertida en vino sin saber de dónde había salido, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Entonces llamó aparte al novio y le dijo:
—Todos sirven primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido mucho, entonces sirven el más barato; pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora”. Juan 2:6-10.

Hay algunas cosas que necesitamos rescatar al leer este pasaje.

• A veces el matrimonio comienza con un vino de mala calidad.

• Cuando la ilusión del primer momento pasa ni el vino malo se ve, sino que nuestro matrimonio se torna como agua, sin color, sin sabor y sin olor.

Siempre necesitamos esperar un milagro si Jesús está en nuestro matrimonio.

• Con el Señor podemos esperar sorpresas y una de ella es que él puede hacer que el Mejor Vino esté al final y no al principio.

La vida matrimonial es similar al desarrollo individual. Tiene sus propias etapas o épocas de desarrollo y como parejas necesitamos comprender que no podemos esperar que Dios lo haga todo en el matrimonio si nosotros no cooperamos con él a lo largo de nuestra unión.
“Donde hay matrimonio sin amor, habrá amor sin matrimonio”. Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

Ese proceso de aprendizaje por parte nuestra implica:

• Qué los años del nido vacío son tumultuosos, pueden llegar a ser los mejores años.

• Necesitamos aprender acerca de los asuntos que el nido vacío enfrenta en los últimos años del matrimonio.

• Entender los ocho desafíos que las parejas enfrentan durante la segunda mitad del matrimonio.

• Aprender cómo definir y hacer las cosas que nunca logró hacer antes en toda su vida.

“El matrimonio, como los injertos, prende bien o prende mal”. Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés.

Nuestra decisión matrimonial si anhelamos probar el mejor vino al final comienza con aceptar el llamado a una intimidad espiritual y madurez en la segunda mitad del matrimonio.
¿Qué es lo que queremos decir con eso de la segunda mitad del matrimonio? El matrimonio esta dividido en dos etapas muy determinantes.

La primera mitad del matrimonio es gastada levantando hijos y reaccionando a su entrenamiento de padres. Es una etapa desgastante y tiende a afectar nuestra relación de pareja debido a las presiones constantes. Los hijos son absorbentes y si no cuidamos nuestra relación de pareja algo podemos perder en el camino.

La segunda mitad del matrimonio guía a un renacer o al divorcio, esta es su elección. Un renacer si hemos cultivado en la Primera mitad nuestra relación y si hemos entendido nuestro proceso de crecimiento como matrimonio. Al descuidar ese proceso de crecimiento puede ser que lo único que nos ha mantenido unidos sean los hijos y al quedar solos entonces damos rienda suelta al deseo oculto del corazón, llamado Divorcio.

“En todo matrimonio que ha durado más de una semana, existen motivos para el divorcio. La clave consiste en encontrar siempre motivos para el matrimonio”. Robert Anderson

La segunda mitad del matrimonio es conocido como el Nido Vacío. Sin embargo muchos matrimonios no logran disfrutar del nido vacio por varias razones.

• No prepararon el ambiente en la Primera mitad y llegan a esta etapa viviendo con un par de ancianos llenos de resentimientos, archivos del pasado y con conflictos sin resolver.

• Hijos adultos siguen viviendo con ellos o hijos casados han traspasado los nietos para que sus padres se los crien.

• La pareja en esta segunda mitad del matrimonio se ve obligada a tener en su casa a sus padres ancianos para cuidarlos.

• Muchos en esta etapa enfrentan crisis de salud, finanzas, asuntos de profesión y retiro de su carrera.

La vida es corta y la desperdiciamos sin invertir para disfrutar cada etapa en la manera diseñada por Dios. Descuidamos nuestros papeles y desperdiciamos nuestros minutos como gotas de agua en una llave sin reparar y luego esperamos milagros. Antes de Jesús hacer el milagro en las bodas de Caná y corvertir el agua en vino el pidió a los siervos que buscaran vasijas, las llenaran hasta arriba. En otras palabras el milagro no se podía efectuar si los siervos no preparaban las vasijas para el milagro. Muchas veces queremos que Dios haga el milagro en la familia, pero nosotros no hemos preparado las vasijas.

¿Queremos probar el buen vino al final? Entonces veamos los ochos pasos para preparar las vasijas que almacenaran el mejor vino.

Ocho Pasos para preparar las vasijas del buen vino en la segunda mitad del matrimonio

1. Cancele los archivos del ayer y decida aceptar a su cónyuge. Muchas parejas pareciera que les encanta vivir del pasado. Tienen archivos completos, archivos empolvados, saturados de telarañas y polilla, pero ahí están para acariciarlos cada vez que un nuevo conflicto se genera. La Biblia dice que Dios ha olvidado nuestros pecados y él desea que aprendamos de él y vivamos como él. No podremos probar el último vino si aún probamos el ajenjo de nuestros quebrantos y debilidades. Somos débiles, humanos, pecadores e imperfectos y sin embargo vivimos a veces mirando nuestro cónyuge como el malo y pecador y nosotros los perfectos, santos e intachables. Es nuestra decisión escoger el camino mejor o el peor. Cada vez que decides perdonar un nuevo amanecer comienza.
“El Ayer es historia, el hoy es un presente y el mañana es un misterio” Autor Anónimo.

2. Decida ser un compañero del alma y no simplemente un cónyuge mas. Es increíble la cantidad de matrimonios que viven como matrimonios, pero no han desarrollado la habilidad de ser amigos íntimos y compañeros del alma. Con quién mejor podemos compartir nuestros secretos, anhelos, sueños e ilusiones si no es con la persona con quien dormimos, comemos, batallamos y anhelamos? Necesitamos redescubrirnos y encontrarnos en medio de la selva de falsas expectactivas y deseos egoístas.
“Antes de poner en duda el buen juicio de tu mujer, fíjate con quien se ha casado ella” . Proverbio egipcio

3. Cultivemos la comunicación el alma y del espíritu. Comunicación sigue siendo un desafío entre los seres humanos. Especialmente en el matrimonio. En un mundo donde las comunicaciones han avanzado a lo satelital, digital, cibernético y futurista, seguimos adolesciendo de la pura y cristalina comunicación del alma y del espíritu. Es la comunicación que va más alla de lo que vemos y oímos, más allá de las heridas y cicatrices, más allá de las barreras y los prejuicios. Pero más cerca del corazón y el espíritu. Es discernir nuestros espíritus bajo la guianza del Espíritu de Dios.

4. Aprendamos a usar los conflictos y el enojo para Construir y crecer y no para autodestruirnos. Los conflictos no son malos, el enojo no es negativo, es cómo lo usamos. Los conflictos y el enojo en el matrimonio son como los obstáculos en la pista del deportista que se siente desafiado a vencerlos para ganar la medalla de oro. El deportista no patea los obstáculos, no los destruye sino que los ve como el desafío entre él y su meta. El buen vino comienza a fermentarse cuando decido construir mi relación. Pablo lo expresó de esta manera: “Enojaos,(La orden es explícita, tienen el permiso de Dios para enojarse) pero no pequéis (No se autodestruyan), no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Ponle plazo al conflicto y al enojo decidiendo cuando construir).

5. Deléitese en su pareja. Mire su cónyuge como alguien creado a la imagen de Dios. Sí, tiene defectos, es imperfecto(a), pero la imagen de Dios está allí en lo profundo del corazón. Haga una lista de las cosas buenas que su cónyuge tiene y deléitese en eso. Comparta sus intereses, entretenimientos y sus detalles. Viva para el otro y te encontrarás tú mismo en el camino.

6. Siembre el romance, riegue la íntimidad y disfrute el sexo con su pareja. Tres cosas son determinantes en el proceso de encontrarse con el buen vino al final. Romance, Intimidad y Sexo. Recuerde cuando eran novios, recuerde lo que hacías para ser romántico. Vuelva a sembrar esas semillas, vuelva a llevar esas flores, escribir esas notitas, compra ese helado , reconoce esos esfuerzos y abra esa puerta del carro. Intimidad no es sexo, es la capacidad de expresar ternura sin terminar en sexo y finalmente disfrutar de la vida sexual con sorpresas, dulce y sana picardía, y el romper la rutina para reavivar el fuego de la pasión que se ha estado apagando.
“El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno”. Gabriel García Márquez (1927-?) Escritor colombiano.

7. No se esclavize con sus hijos adultos, sus nietos ni sus padres ancianos. A veces tenemos que enfrentar el desafío de tener hijos adultos en casa cuando debíeramos estar solos, atender nietos o cuidar de nuestros padres. Si no hay otra opción, hagámosla de corazón, pero no se esclavize. Ponga límites claros y distribuya responsabilidades y abra un espacio para su privacidad y su disfrute. NO se sienta culpable si alguna vez tiene que decir NO. Si tienen que viajar para disfrutar hágalo sin sentirse culpable. Haga sentir que usted está dispuesto a poner una parte en el proceso de convivir con ellos, pero que no la tiene toda la responsabilidad. Un paréntesis en la vida abre la puerta para un refrigerio del alma.

8. Invente, Aprenda y Disfrute actividades compartidas. Nunca dejemos de crear porque Dios es creador, nunca dejemos de aprender porque la vida es extensa y nunca debíeramos dejar de disfrutar porque la vida es un postre. Hay tantas cosas que podemos hacer juntos y que le dan sabor al buen vino. Leer juntos y platicar del tema, escalar una montaña si nunca lo hemos hechos, pescar si no ha sido una experiencia vivida, caminar bajo la lluvia sin correr para no mojarnos, recordando cuando eramos niños, inventar nuevos platos y tener esa cena prohibida a la luz de los cándiles, plantemos las flores que no hemos podido, es bueno reírnos de nosotros mismos y volvamos a comenzar.
“No es verdad que el matrimonio sea indisoluble. Se disuelve fácilmente en el aburrimiento”. Chumy Chúmez (1927-2003) Humorista gráfico y escritor español.

Nunca es tarde para comenzar. El buen vino te espera. Ya has probado el vino regular de tu matrimonio y estás aburrido del agua insípida, expande tu alma a lo infinito y recuerda Dios está a tu lado listo a hacer el milagro. Recuerda, Dios hará lo que tú no puedes pero jamás hará lo que puedes. Él convertirá el agua en vino (porque tú no lo puedes hacer) pero él no preparará las vasijas ni las llenará ( porque esa es nuestra responsabilidad).

Preguntas de Reflexión

1. Algunos declaran que la primera mitad del matrimonio está dedicada a levantar hijos y a reaccionar a la educación que ellos recibieron de sus padres. ¿Está UD. De acuerdo con esta posición, o no? ¿Por qué?

2. ¿Por qué piensa que muchas parejas se divorcian pronto después que el último hijo deja el hogar? ¿Qué debería hacer la pareja si alguna cosa disipa o invierte esta tendencia?

3. Entre las cosas mencionadas para futuras actividades, a ¿qué apelaría UD. más y por qué ? ¿Está UD. Haciendo esto o necesita comprometerse a hacer esto más? ¿Qué tiene que hacer para comenzar a hacerlo pronto?

Dr. Serafín Contreras Galeano

http://www.serafincontreras.com/

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