Tomando este concepto como base, podemos asumir que si asistimos a la escuela dominical, al servicio matutino, al servicio de la noche, al culto de oración y al estudio bíblico del miércoles por la noche, somos “buenos cristianos”.
¿Acaso quiere decir esto que nuestra calidad de cristiano está sujeta al número de reuniones a las que asistimos en la iglesia? Si esto fuera así, también podríamos asumir que la cantidad de información que recibimos determina nuestro nivel de cristianismo, y que por lo tanto nadie puede llegar ser un buen cristiano por cuenta propia (sin la ayuda de la iglesia y sus programas) También se asume que la asistencia a la iglesia puede convertir a una persona en un buen cristiano o que la cantidad de reuniones a las cuales asistimos es el factor que determina cuán buenos cristianos somos.
Aún recuerdo el sentido de culpabilidad que sentí la primera vez, que siendo un adolescente, no asistí al servicio del domingo en la noche para asistir a un evento relacionado con la escuela superior (High School) a la cual pertenecía.
Afortunadamente, con el tiempo llegué a la conclusión de que la asistencia a la iglesia no nos convierte en buen cristiano o mal cristiano. Es más, en mi opinión no hay tal cosa, simplemente eres cristiano o no lo eres. Congregarse con frecuencia con aquellos que comparten nuestra fe es recomendable y es bíblico (Mateo 18:20, Hebreos 10:25), pero eso no está limitado a la asistencia a la iglesia.
Compartimos con el cuerpo de Cristo de muchas maneras; en el lugar de trabajo con otros cristianos, con la familia, con los amigos y los hermanos que tenemos contacto diariamente, a través del e-mail, el teléfono y hasta por medio de un blog como hago con ustedes. Esto también es congregarse, orar e interceder, cuando hablamos, discutimos y hasta discrepamos. Pero el tema, el sentir y el amor es el mismo.
¿Cuantas veces debemos ir a la iglesia? Las veces que usted pueda y quiera, pero no lo haga por presión o por evitar un sentido de culpabilidad. Usted debe ir a la iglesia por todas las razones que siempre lo ha hecho, para alabar a Dios, escuchar la Palabra y compartir con los hermanos, pero no se sienta menos cristiano porque no llegó el domingo en la noche.
0 comentarios:
Publicar un comentario